Evangelio del día
Cuarta Semana de Pascua
Del día 22 al 28 de Abril de 2018
“ Yo soy el Buen Pastor ”
Introducción a la semana
Al hablarnos de la relación de Jesús con el Padre, el evangelio de Juan nos presenta también algunos rasgos fundamentales de la vida de los discípulos. Es una vida presidida por el amor, que nace del amor que Jesús les tiene y se ha de manifestar en el cumplimiento de sus mandatos, el primero de los cuales es el de amarse unos a otros. Les invita a “permanecer en su amor”, o también “en su palabra” (como los sarmientos en la vid), haciendo de su persona y de su mensaje la razón de ser de la propia vida. Así es como esa vida será fecunda, dando fruto abundante en todo cuanto emprendan.
Jesús les da también su paz, ese don mesiánico que significa la plenitud de vida que Dios comunica a través de su Hijo a todo el que cree en él. Y como manifestación radiante de esa paz, les transmite su propia alegría, que dimana de su resurrección y quiere compartir con ellos. Les promete además su Espíritu, que será quien los lleve a descubrir toda la hondura del Evangelio que él vino a anunciar. Pero les advierte también que el odio del mundo los perseguirá, como le sucedió a él. Es una violencia que aparece muchas veces en el libro de los Hechos de los Apóstoles como un rasgo de los verdaderos discípulos de Jesús en su labor misionera.
Nos habla además este libro del conflicto interno surgido con motivo de la predicación a los gentiles: al aceptar la fe, ¿había que exigirles también la observancia de las tradiciones judías? En el “concilio” de Jerusalén, por primera vez, la comunidad eclesial, en la que se dan tendencias opuestas, debate y se pronuncia en asamblea, con total libertad y bajo la guía del Espíritu, sobre este asunto capital. Se oye el informe de los que están en vanguardia de la misión (testigos de la reacción entusiasta de los nuevos conversos); se pondera la experiencia de Pedro (él ha visto al Espíritu derramarse sobre los gentiles); se escucha la reflexión del que preside (que confirma la novedad con la palabra de los profetas y propone una solución flexible); y se decide con el respaldo de todos, conscientes de la presencia inspiradora del Espíritu. En adelante, el Evangelio, sin negar sus orígenes judíos, se abrirá a una difusión sin fronteras.
Días de la semana
IV Domingo de Pascua Ciclo B
“Yo soy el Buen Pastor”
Fr. Manuel Gutiérrez Bandera
Introducción Lecturas Comentario bíblico Pautas para la homilía Infantil
“Buenos Pastores” somos todos los bautizados y a ello nos obliga nuestro Bautismo, que es nuestra primera llamada, vocación, para seguir a Jesús que nos llama a cada uno por nuestro nombre, como hizo en otro tiempo, según nos relatan los Evangelios
"Puerta a la Vida"
Hna. Macu Becerra O.P.
La existencia es como un puzzle, necesitamos del resto de las piezas para hacer el paisaje completo, sin las demás quedamos vacíos y sin sentido.
"Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco"
Fray Alexis González de León O.P.
Si no hay una disposición natural y aceptación libre para creer en Cristo, será difícil adherirse a su causa.
San Marcos Evangelista
"Proclamad el Evangelio a toda la creación"
Dña. Rosa María García O.P. y D. José Llópez O.P.
Debemos llevar la buena noticia de la resurrección a nuestro entorno, sin esperar que nadie nos felicite ni nos diga lo buenos que somos, esto queda entre nosotros y Dios, y las gracias derramadas son regalos de Dios para toda la Creación
San Isidoro
"Sois la sal de la tierra y la luz del mundo"
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Debemos ayudar a nuestros hermanos a ver claro. Les debemos regalar, con nuestras palabras y nuestra vida, la luz que Jesús nos ha regalado. “Yo soy la luz del mundo, quien viene detrás de mío no andará en tinieblas”
Beata Hosanna de Kotor
"Nadie va al Padre sino por mí"
Fr. Jesús Duque O.P.
Cristo, el que nos orienta hacia Dios por el camino de la vida verdadera compartida y vaciada con el hermano. Nuestra verdad creyente, nuestra solidaridad efectiva
San Luis María Grignion de Montfort
"Señor, muéstranos al Padre y nos basta"
Monjas Dominicas Contemplativas
A Jesús, lo reconocemos y, en Él al Padre, cuando amamos, rezamos, compartimos, creamos fraternidad, perdonamos, nos dejamos cambiar, crecemos como personas y, con ello, hacemos crecer a la humanidad