
Evangelio del día
Segunda semana de Cuaresma
Del día 25 de Febrero al 2 de Marzo de 2024
Días de la semana
II Domingo de Cuaresma Ciclo B

“Se transfiguró delante de ellos”
Como Pedro, Santiago y Juan, nosotros tampoco podemos quedarnos arriba en el monte sino a bajar del mismo, y a comprometernos en el mundo en el que estamos y en la sociedad en la que vivimos.
Fray Javier Aguilera Fierro O.P.
Convento de Santo Tomás (Sevilla)

“Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso”
Solo reconociendo que necesitamos perdón, seremos capaces de perdonar. La generosidad del dar está exigida por la que necesitamos que tengan con nosotros. Y en la medida que necesitamos.
Fray Juan José de León Lastra O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

“El primero entre vosotros será vuestro servidor”
La Cuaresma nos permite renovarnos en nuestra actitud de servicio haciendo nuestra la novedad del Evangelio en nuestros gestos, palabras y acciones.
Fray Edgardo César Quintana O.P.
Casa Stmo. Cristo de la Victoria (Vigo)

“¿Qué deseas?”
El ser humano es un ser de deseos y Jesús lo sabe mejor que nadie. No ha venido a frustrar nuestros deseos, sino a llevarlos a plenitud; a elevarlos a un plano muy superior que nuestra ridícula ansia de ser, de poder y de aparentar.
Sor Teresa de Jesús Cadarso O.P.
Monasterio Santo Domingo (Caleruega)

“No se convencerán ni aunque resucite un muerto”
Tengamos la inquietud de mirar hacia afuera, ver lo que tenemos en nuestro entorno, y descubrir las necesidades de los otros, que nos cuestionan, y no nos miremos solamente nuestro ombligo. ¿Somos capaces de poner a Dios en el centro de nuestras vidas? ¿Tenemos los ojos abiertos ante las necesidades de los demás?
D. José Vicente Vila Castellar, OP
Fraternidad Laical Dominicana Torrent (Valencia)

“Se dará a un pueblo que produzca sus frutos”
Estamos llamados a creer en el proyecto de Dios, a creer que es su deseo que este mundo sea casa de todos, por lo tanto a creer en la posibilidad y tarea de hacerlo mejor, más vivible.
Hna. Mari Cruz OP
Dominica de la Anunciata

“Este hijo mío estaba muerto, y ha revivido”
Esta parábola, aunque es muy conocida, no deja de cuestionarnos ¿Con cuál de los dos hermanos nos identificamos? Por encima de todo, alegrémonos profundamente de tener a un Dios Padre así.
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)