Evangelio del día
Cuarta semana de Cuaresma
Del día 26 de Marzo al 1 de Abril de 2017
“ Sois luz en el Señor ”
Introducción a la semana
Varios de los textos de esta semana que hablan de arrepentimiento y de perdón, están relacionados con la vuelta del antiguo Israel del destierro. Se contempla un porvenir cercano en el que la novedad abarcará no sólo la actitud interior de los liberados, sino también la situación del país en su conjunto. Es un modo de acentuar la repercusión cósmica que siempre tiene la amistad con Dios (como la tuvo, en sentido negativo, la enemistad que siguió al primer pecado). No somos sólo espíritu, sino también cuerpo, materia, mundo, y no puede extrañarnos que nuestra relación personal y comunitaria con Dios tenga importantes implicaciones en todos los ámbitos de nuestra existencia terrena. Eso explica que la predicación de Jesús sobre el reino vaya acompañada también, por ejemplo, de curaciones de enfermedades (incluso en sábado, a pesar de las prescripciones legales vigentes).
El clima propio de la Cuaresma se hace patente también en las alusiones al bautismo que aparecen de vez en cuando en las lecturas: el agua que mana del templo y todo lo purifica y lo revitaliza, la piscina en la que se curan los tullidos y junto a la cual Jesús ejerce su poder sanador. Este tiempo es, desde muy antiguo, preparación de los catecúmenos para el bautismo y es para nosotros una invitación a revivir los compromisos bautismales que renovaremos litúrgicamente en la Vigilia Pascual.
Un aspecto importante que nos inculca la liturgia, en relación con el pecado y el perdón, es el poder que tiene la intercesión ante Dios en favor de los demás. En el AT el pueblo provocó con sus pecados la ira del Señor, pero Moisés –contra el cual el pueblo había protestado más de una vez- le suplicó que tuviera misericordia y Dios le escuchó. Por eso la Iglesia nos exhorta a interceder especialmente en este tiempo de Cuaresma por los pecadores. No se trata, desde luego, de aplacar la ira divina –Dios es un Padre infinitamente compasivo-, sino de mostrar nuestro interés por los hermanos.
La perspectiva pascual descubre, cada vez más claras, la discordia que suscitaba Jesús y la amenaza que se cernía sobre él. Aunque “todavía no había llegado su hora”.
Días de la semana
IV Domingo de Cuaresma Ciclo A
“Sois luz en el Señor”
Fr. Ángel Romo Fraile
Introducción Lecturas Comentario bíblico Pautas para la homilía Infantil
La acción del cristiano ante el mundo expresa y realiza la presencia de la Palabra en medio del mundo. De su acción, de su vida, depende que esa Palabra quede manifiesta o velada a los ojos de los hombres.
"El hombre creyó en la palabra de Jesús"
Fray Hermelindo Fernández Rodríguez
¿Qué hago para que la palabra de Dios llegue a la vida, influya en la vida y cambie mi vida, como sucedío con el funcionario?
"¿Quieres quedar sano?"
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
No hay ley humana, ni ley divina que impida hacer el bien, que no deje hacer el bien a una persona humana. No se puede amar a Dios si no se ama al hombre.
"El Señor consuela a su pueblo"
Fr. Jesús Duque O.P.
El evangelio de Juan deja bien claro que Jesús vino para salvar, no para juzgar; y recibir a Jesús es aceptar al Padre y participar plenamente en su vida, y no aceptar a Jesús significa rechazar también al Padre y, por tanto, quedar excluido de la vida.
"Las obras que yo hago, dan testimonio de mí"
D. Félix García O.P.
Dios espera paciente y amoroso a que terminemos nuestros desvaríos y volvamos al redil y creamos en Él y en su enviado porque solo así podremos ser felices. Solo así podremos llegar a ser seres humanos completos.
"El Señor está cerca de nosotros"
Monjas Dominicas Contemplativas
Los hombres no debemos vivir únicamente guiados por lo que vemos, y palpamos. Debemos vivir, como seres inteligentes que somos, conducidos por la caridad y la palabra, porque sin la palabra, sin la inteligencia y sin el amor, llegaríamos pronto a la situación del “ya no puedo más”, y esto nos conduciría a la inseguridad.
"Jamás ha hablado nadie como ese hombre"
Hna. Virgilia León Garrido O.P.
Dejémonos cuestionar por la Palabra. Atrevámonos a responder. ¿De qué lado estás?