Evangelio del día
Segunda semana de Cuaresma

Del día 4 al 10 de Marzo de 2012

Este es mi Hijo amado; escuchadlo

Introducción a la semana

La segunda etapa del recorrido cuaresmal se abre con tres sabrosos impactos en la liturgia dominical: la prueba del fiel Abrahán que se ve en el apuro de sacrificar a su hijo, la afirmación paulina de que nada ni nadie es capaz de desgajarnos del amor de Dios pues es nuestro refugio y nuestra fuerza, y el destello luminoso del monte de la Transfiguración donde se deja oír la voz que nos invita a escuchar y seguir a Jesús, el Hijo amado de Dios. Gloria del Señor Jesús y toque de atención para figurarnos, primero, nutriéndonos con su Palabra, para, posteriormente, transfigurarnos en su fiel seguimiento cuando al fin nos recoja su mano.

Variado es el contenido de la semana y toca no pocos registros susceptibles todos ellos de respuesta creyente. Así el lunes nos ofrece en el profeta Daniel una bella oración de petición de perdón para, en la misma línea, el evangelio hacer la hermosa declaración de que nuestro Dios es compasivo. El profeta Isaías, al día siguiente, centra la tarea de penitencia y purificación, si es que quedara alguna duda al respecto: obren bien, busquen la justicia, que el Señor es capaz de hacer blanquear la púrpura de nuestros pecados. En contraste con el doblez farisaico, el evangelio llama a la verdad de nuestras vidas y nos invita a la grandeza del servicio.

El tercer día nos deja oír el grito del perseguido injustamente y la advertencia del Maestro: entre los suyos no puede darse la opresión ni el poder excluyente que se da en los rectores de nuestro mundo; al contrario, el que destaque que sea porque más sirva. Jeremías sale a escena el jueves para cantar la confianza en el Señor, teniendo como contraste el evangelio de Lázaro y del que banqueteaba espléndidamente. Dos relatos de muerte nos presentan las lecturas del viernes: la venta de José como esclavo y los trabajadores de la viña homicidas: duras imágenes de la condición humana cerrada a su propia carne. Se cierra la semana con un canto a la compasión en Miqueas y la belleza del padre todo-amor que se asoma para ver si en lontananza regresa su hijo pequeño, porque ya le duelen los brazos de no poder abrazarlo y festejar su regreso.

Se destaca la conmemoración de San Juan de Dios en esta semana: cercano ejemplo de la compasiva hospitalidad del Maestro con los enfermos.

Fr. Jesús Duque O.P.

Fr. Jesús Duque O.P.
(1947-2019)

Días de la semana