
Evangelio del día
Decimocuarta semana del Tiempo Ordinario - Año Impar
Del día 4 al 10 de Julio de 2021
Días de la semana

“No desprecian a un profeta más que en su tierra”
Las iglesias de Jesús de hoy necesitan profetas y profetisas, quizás más que ningún otro carisma. Hacerse con los «ojos de Dios» requiere una relación profunda con Dios y una valentía a veces heroica para enfrentarse y desenmascarar a los corruptos, a los explotadores, a los que oprimen al emigrante, al pobre y al desvalido. Quien tenga la valentía de ser profeta o profetisa recibirá la confianza, la generosidad y la aceptación de algunas personas, pero otras muchas lo rechazarán, lo perseguirán, lo despreciarán y lo culparán
Baldomero López Carrera
Laico Dominico

“Tu fe te ha salvado”
El dolor de quien sufre requiere un absoluto respeto y delicadeza, y requiere propiciarle lo necesario para curarse y cubrir sus necesidades. Por eso responder desde el amor, sin cálculos ni medida, en el cuidado y el cariño de cada día, dando lo mejor de cada uno, procurando aliviar y dar lo que necesita, en la familia, en la sociedad, en cada pequeña o grande comunidad de vida, es el milagro más necesario y grande de todos
Hna. Águeda Mariño Rico O.P.
Congregación de Santo Domingo

“Estaban como ovejas que no tienen pastor”
Jesús nos lanza un desafío: hoy más que nunca, hemos de mostrar entrañas de misericordia hacia una humanidad que camina desorientada entre tantas ofertas de sentido (aunque en realidad la mayoría más parecen sinsentidos). Y no bastan los lamentos o las palabras. Vamos a pedir, junto al Señor, que se susciten en nuestras comunidades buenas y santas vocaciones para la misión “ad gentes”, pero también tomar conciencia de que todos somos llamados a proclamar con nuestra vida la Buena Nueva del Evangelio.
D. Carlos José Romero Mensaque, O.P.
Fraternidad “Amigos de Dios” de Bormujos (Sevilla)

“Jesús llamó a sus doce discípulos”
Santoral: Beato Benedicto XI
Los apóstoles han de continuar la misión de Jesús. Esa es la tarea de la Iglesia. No tiene evangelio propio, ni misión propia. Su misión es la de Jesús: predicar el Reino de los cielos, y adelantarlo curando, haciendo el bien, acercándose a los necesitados, a los que sufren. Es necesario unir a la Palabra heredada de Jesús y proclamada por los apóstoles, la acción de ayuda en el cuerpo y en el espíritu a los necesitados. ¿Cómo nos vemos cada uno de los cristianos ante esa misión en nuestro ámbito familiar, social?
Fray Juan José de León Lastra O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

“Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca”
Santoral: Beato Adriano de Fortescue
Las últimas palabras que pronuncia Jesús en el evangelio de hoy, nos parecen duras. Pero, a poco que reflexionemos, no son más que las consecuencias que sufrirán los que libremente rechacen a Dios y a todo lo que él nos ofrece
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

“Sed sencillos como palomas”
Santoral: San Juan de Colonia y compañeros mártires
La sencillez es contraria a la doblez, contraria a todo comportamiento que proclama una intención noble y sólo sirve para esconder la injusticia, la ambición o la vanidad Es la virtud a la que se suele llamar la pureza de intención. Bienaventurados los limpios de corazón, dijo Jesús. Así actuaba Él mismo: con sagacidad y un corazón limpio y sencillo.
Fr. Carlos Oloriz Larragueta O.P.
Convento de la Virgen del Camino (León)

“No tengáis miedo”
La fe es fuerza contra el miedo y osadía para seguir creyendo en el futuro del hombre desde una confianza ilimitada en Dios, Padre de todos. A lo único que han de temer los discípulos es que el miedo al sufrimiento los lleve a esconder o a negar la verdad, y así les haga ofender a Dios. Porque quien se aleja de Dios, se pierde por siempre.
Sor Cristina Tobaruela O. P.
Monasterio de las Dueñas (Salamanca)