Evangelio del día
Vigésimo tercera Semana del Tiempo Ordinario - Año Impar
Del día 4 al 10 de Septiembre de 2011
“ Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos ”
Introducción a la semana
Después de subrayar la primacía de Cristo sobre toda criatura, la carta a los Colosenses afirma la necesidad de soportar sus sufrimientos para que la predicación del Evangelio pueda dar fruto abundante. Ese es el camino que recorrió Él, y es también el que han de recorrer sus mensajeros. El texto menciona la predicación del “misterio” escondido en Dios y revelado ahora: se trata del designio divino de salvación universal, incluyendo a los pueblos paganos; novedad que se ha hecho patente en la entrega de Cristo por todos. Esto compromete también a todos a vivir como vivió él, despojados de todo lo viejo, poniendo el corazón en “los bienes de arriba” -los que permanecen para siempre-, presididos por el amor fraterno, creador de una gozosa y fecunda vida comunitaria.
Comienza el viernes la carta primera a Timoteo, el fiel colaborador de Pablo, a quien el Apóstol recuerda el gran don del ministerio pastoral, que él mismo ha recibido sin ningún mérito propio: en él se proclama que Jesús vino para salvar a los pecadores.
El evangelio continúa hablándonos de ese Hijo del hombre que es “señor del sábado”: no esclavo de esa institución, sino dueño de su pleno sentido, siempre favorable al ser humano. Elige a sus colaboradores más íntimos después de una noche de oración, porque la tarea de esos elegidos va a ser muy delicada y ardua. Y habla a la gente en el “sermón de la llanura” (réplica, más breve y más directa, del “sermón del monte” de Mateo); en él establece la novedad de los sentimientos, de las palabras y de las acciones que caracterizan a los ciudadanos del reino: el amor a los enemigos, la bendición, la no violencia, la compasión. Lo que ha de regir la vida del ser humano es la bondad de su corazón y el fundamento más sólido de la vida del creyente es poner en práctica las palabras de Jesús.
Unidos al corazón del Hijo, celebramos el cumpleaños de su Madre (la Natividad de la Virgen, fiesta principal de muchas advocaciones marianas), felicitándola por haber vivido siempre para Dios y felicitándonos por ser ella nuestro consuelo y nuestra esperanza mientras caminamos poco a poco a su encuentro.
Días de la semana
XXIII Domingo del tiempo ordinario Ciclo A
“Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”
D. Ignacio Antón O.P.
Introducción Lecturas Comentario bíblico Pautas para la homilía Infantil
"¿Qué está permitido en sábado?"
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
"Arraigados y edificados en Cristo. Firmes en la fe"
Fray José Rafael Reyes González
"Dichosos los pobres en el espíritu"
Hna. María Pilar Garrúes El Cid
"La criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo"
Fray Hermelindo Fernández Rodríguez
"¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?"
Comunidad El Levantazo
Beato Alfonso Navarrete y compañeros mártires de Japón
"¿Por qué dicen Señor, Señor y no hacen lo que yo les digo?"
Monasterio Ntra. Sra. de la Piedad - MM. Dominicas