Evangelio del día
Decimocuarta semana del Tiempo Ordinario - Año Impar

Beato Adriano de Fortescue

"¡Ánimo, hija! Tu fe te ha curado"
Fray Juan José de León Lastra O.P.

Mantener una fe honda que compromete la vida es más importante que el milagro, o es el milagro más importante y necesario. En el Evangelio se dice que con fe todo se consigue, hasta mover montañas

San Juan de Colonia y compañeros mártires

"Rogad al Señor de la mies que mande trabajadores"
Monjas Dominicas Contemplativas

Hoy, seguimos extenuados y abandonados como ovejas sin pastor y debemos seguir orando para que todos los que nos sentimos llamados al seguimiento de Jesús, desde nuestra vocación específica, hagamos posible que el Reino siga creciendo y cumplamos la misión a la que Cristo nos envió

"Id y proclamad"
Hna. Carmen Román Martínez O.P.

La necesidad de Pastor que guíe e ilumine apremia, no solo al pueblo judío, sino a tantas personas en nuestro mundo actual que caminan dispersas, sin rumbo, esperando que alguien le salga al encuentro y las invite a entrar en ese Reino de los Cielos, que ya está cerca

San Benito

"Recibirá cien veces más y heredará la vida eterna"
Fray José Antonio Fernández de Quevedo

Nadie tiene asegurado el puesto en el reino de Dios, pero todos estamos llamados a conducir nuestras vidas con prudencia y a seguir a Jesús dejando lo que sea necesario, en la confianza de que Dios es siempre sorprendente al respondernos ¿qué nos va a tocar?

"Somos Iglesia Peregrina que realiza el Reino de Dios en este mundo"
D. Oscar Salazar, O.P.

La fuerza de la fe en Jesús hace que la primera comunidad reciba la palabras de Jesús con la esperanza de ver pronto al Señor. No importan los percances momentáneos ni las dificultades diarias, porque saben que cuentan con la fuerza del Espíritu. El Dios que ha permanecido fiel y presente con sus promesas, sigue actuando en el Espíritu del Señor

Beato Santiago de la Vorágine

"No les tengáis miedo"
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.

Nuestro Padre Dios, el que nos conoce a fondo y se preocupa de nosotros y tiene contados hasta los cabellos de nuestra cabeza, cuida siempre de nosotros. A pesar de las turbulencias que podamos sufrir en nuestra vida, nuestro Padre Dios y Jesús están de nuestra parte. Estamos en buenas manos