Evangelio del día
Segunda Semana de Adviento

"Levántate y echa a andar"
Fr. Mitxel Gutiérrez Sánchez O.P.

Cristo Jesús con su venida quiere curar nuestros males y sacarnos de nuestra situación, para que pasemos a abrir caminos de esperanza en nuestra sociedad. De ahí el lema de todo aviento: “Levantad vuestra cabeza, llega vuestra liberación”. Pidamos en este adviento que la fuerza de la presencia de Jesús nos lleve a ser camilleros de esperanza.

"Que no se pierda ni uno de estos pequeños"
Fr. Antonio Bueno Espinar O.P.

Enviados para colaborar, con todos los de corazón sincero, de modo que se haga realidad en el hoy de la humanidad, la salvación que trae nuestro Dios. Y será la vida del discípulo la que ponga a la vista de todos, el deseo de Dios, su voluntad, de que todos se salven; que todos sean consolados y alentados en el retorno al que los ha amado sin condiciones, en pura gratuidad.

"Mi yugo es llevadero y mi carga ligera"
Fraternidad Laical de Santo Domingo de Valencia

El pasaje del Evangelio de hoy, refleja la ternura y cercanía de Jesús, que no solo se interesa en nuestra vida espiritual, sino también en nuestras luchas y fatigas cotidianas, y nos recuerda, que no se espera que vivamos la vida de fe con una carga pesada, sino con un "yugo suave".

"No ha nacido uno más grande que Juan Bautista"
Hna. Carmen Román Martínez O.P.

Los que forman parte del Reino, incluso los más pequeños, se encuentran ya en el nuevo kairos, constituyendo una nueva generación, en un tiempo nuevo, por obra del Espíritu.

Santa Lucía

"Hemos tocado la flauta y no habéis bailado"
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.

En todo momento, en las indicaciones de Jesús más suaves y en las más costosas, hemos de hacerle caso, el mejor, el único camino para conseguir la alegría de vivir tanto en la tierra como en el cielo.

San Juan de la Cruz

"Vendrá y lo renovará todo"
Sor Flora Mª Collado O. P.

Demos gracias al Señor porque a nuestro alrededor hay muchos – profetas- testigos de Dios, hombres y mujeres que dan testimonio de Cristo y de su Evangelio, personas fieles que sin actitudes espectaculares están demostrando que sí es posible vivir según las bienaventuranzas de Cristo.