Defensor de los Indios y de los negros su práctica pastoral con los españoles y con los indios fue verdaderamente radical, aunque su intención fuera en favor tanto de unos como de otros. Así recomendaba el Obispo de Chiapas a los dominicos que llegaban a su diócesis antes de desembarcar en Campeche:
"En cierto sentido este doliente, la república indiana, es herida y maltratada por el demonio con la idolatría de los naturales y la codicia y tiranía de los españoles. Vuestras Paternidades son sus médicos y vienen a curarla: el aceite, la blandura, el amor, la compasión las lágrimas y quebrantamientos de corazón ténganlo para los naturales, para estos miserables indios, escandalizados sujetos y cautivos con injusticia. El rigor, el escocimiento, la entereza y constancia cristiana guárdenla para los españoles para hacerles restituir lo mal llevado, para que cesen en no hacer mal y procuren obrar bien; y de esta suerte serán médicos y prójimos de esta república que se compone de estos dos géneros de gente, procurando por diferentes modos la salvación de los unos y de los otros."