Frailes, monjas, hermanas, laicos... son muchos los miembros de la Orden de Predicadores que a lo largo de los siglos han sido testigos vivos del carisma dominicano y ejemplo para los que caminamos tras sus pasos. En muchos de ellos la Iglesia ha reconocido el testimonio evangélico de su vida y los ha beatificado o canonizado. El número de santos y beatos de la Orden es de varios centenares, de los que un gran número fueron mártires en Extremo Oriente.
Ofrecemos en estas páginas una breve biografía y un pequeña descripción del perfil espiritual de algunos de los canonizados, modelos del seguimiento de Cristo según el modo de Domingo de Guzmán.