San Melchor García de Quirós nació en un contexto lleno de pobreza. Llegó a ser un brillante intelectual y, movido por la vocación misionera, llegó hasta Vietnam, donde coronó su vida con el martirio.
Síntesis biográfica
Melchor nació en abril de 1821 en una aldea asturiana llamada Cortes de Quirós. Su familia era de labradores muy pobres, aunque eso no impedía que constantemente acogieran a los mendigos en su hogar. Desde niño Melchor manifestó una especial devoción por el rosario.
Ingresó a la Universidad de Oviedo en octubre de 1835. Llegó a ser uno de los mejores latinistas. Sin embargo, a pesar de su futuro prometedor como docente, decidió entrar a la Orden de Predicadores motivado por el testimonio de los misioneros en Asia. Ingresó al noviciado en agosto de 1845 en el convento de Ocaña y fue ordenado sacerdote en mayo de 1847.
En marzo de 1848 partió de Cádiz rumbo a Filipinas. En Manila los frailes le ofrecieron la cátedra de Filosofía en la Universidad de Santo Tomás, pero él pidió ser asignado a la misión en Tonkín, Vietnam. Logró que se lo concedieran y llegó a Tonkín en febrero de 1849. La persecución desatada por el rey Tu Duc contra los cristianos era terrible.
En septiembre de 1855 fue ordenado obispo. A pesar de los peligros, una multitud estuvo en la ceremonia. Su labor misionera hizo crecer significativamente a la Iglesia local. En julio de 1858 las tropas rodearon al pueblo. Fray Melchor intentó huir, pero fue apresado en un calabozo junto a dos jóvenes.
Tras 18 días lo llevaron encadenado y casi desnudo a un lugar público para ejecutarlo. Fue decapitado y desmembrado el 28 de julio de 1858.
¿Qué nos dice hoy?
San Melchor nunca se dejó vencer por los obstáculos que quisieron impedir su vocación misionera. Su ejemplo nos muestra el valor de la determinación y la hermosura de la fe en Jesucristo, que lo motivó, incluso, a morir por ella.