Derivando de los atributos iconográficos aludimos, aunque sea de paso, a estos dos elementos añadidos al santo, que no todos los artistas los recogen.
El bastón aparece como elemento iconográfico en la miniatura última de los modos de orar, en la escena en que aparece Domingo como peregrino. Pero no persiste continuamente en la iconografía dominicana. Hay testigos, para la causa de canonización que dicen: A Domingo llevaba siempre un bastón consigo.
En el Convento de San Doménico de Bolonia, entre las reliquias de Santo Domingo, conservan un bastón con empuñadura rematada por un travesaño pequeño en forma de T. La reliquia se encuentra revestida de láminas de plata, y lleva en su parte frontal una inscripción grabada: A de ferula sancti Dominici patriarchae.
La iconografía cristiana lo ha recogido como propio y típico de los peregrinos y se lo asigna a Domingo en época medieval, gótica y renacentista. Después desaparece totalmente.
El cuchillo, en manos de Domingo, es el utensilio personal más extraño de todos. Algunos artistas se lo cuelgan del cinturón. No se le ha dado ningún sentido iconográfico especial, como pueda ser el martirial, sino simplemente el de la utilidad personal. Aparece en muy pocas imágenes.