Entre las reliquias que se conservan en el Monasterio de Santo Domingo el Real se encuentra la pila bautismal de Santo Domingo de Guzmán. Pertenecía esta Pila a la iglesia parroquial de la villa de Caleruega, donde fue bautizado Santo Domingo. Al ser declarado santo en 1234, por el papa Gregorio IX, comenzó a venerarse como reliquia.
La Pila es de piedra blanca no tallada y se halla cubierta en gran parte de plata con adornos dorados, algunos de oro, que ostentan las armas reales y escudos de la Orden.
Fue Felipe III (1578-1621) quien en 1605, llevó la Pila de Caleruega a Valladolid para bautizar a su hijo Felipe IV. Posteriormente sería trasladada a Madrid y depositada en este Monasterio de Santo Domingo el Real de las MM. Dominicas.
Desde entonces los herederos de los Reyes de España, han cumplido con el rito de ser bautizados en la Pila en la cual fue bautizado Santo Domingo de Guzmán.
No ha sido bautizado en ella el Rey Juan Carlos, al haber nacido en Roma. Sí lo han sido sus hijos, las Infantas Elena y Cristina y, el Príncipe de Asturias, Don Felipe. Posteriormente los infantes eran presentados y ofrecidos a la Virgen de Atocha, Patrona Real de Madrid. Los últimos en ser bautizados en ella han sido las infantas Leonor y Sofía, hijas de los reyes Felipe VI y Leticia.
Para el bautizo, la Pila de Santo Domingo se traslada al lugar o palacio correspondiente, siendo devuelta después. Se conserva la documentación de sus diversas salidas del Monasterio.