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2ª proposición | Tentativa de respuesta para proponer al Capítulo General de la Orden de Predicadores del canonista Fr. Germán Correa, fraile de la Provincia de San Luis Bertrán de Colombia
Como en el número anterior, partimos de una realidad de la que somos testigos, presente en nuestro mundo, forma parte, por tanto, de nuestra vida y es la razón del hambre y la sed pues la insatisfacción, el dolor, la amargura, el vacío y el sufrimiento, dominan nuestra existencia. Hambre y sed de solidaridad, de armonía, de unidad, de convivencia, reconocimiento, colaboración.
La parábola de las diez vírgenes sólo aparece en el Evangelio según san Mateo. Jesús la narró a sus discípulos en el Monte de los Olivos, dos días antes de la fiesta de la Pascua judía, en la que Él dio la vida por nuestra salvación (cf. Mt 26,2).
Para trabajar por la paz debemos empezar por nosotros. Leyendo a Etty Hillesum hemos encontrado aportaciones que nos pueden ayudar en el momento actual ante una sociedad tan fragmentada.
1ª proposición | Tentativa de respuesta para proponer al Capítulo General de la Orden de Predicadores del canonista Fr. Germán Correa, fraile de la Provincia de San Luis Bertrán de Colombia
En este nuevo año que hemos comenzado el título de cada uno de los número de la revista comenzará así: “Hambre y sed de …” Tenemos hambre y sed de aplacar las necesidades que se hacen más patentes y urgentes por su ausencia. Terminamos y comenzamos un año con la ausencia de PAZ, esta ausencia nos hace conscientes de su necesidad. Hambre y sed, necesidad, urgencia, no estamos para destruirnos… ¿Es que la paz hoy no tiene lugar en el que vivir?
Un pie hacia delante, pero no es suficiente, hay que levantar el pie que quedó atrás y ponerlo delante. Para avanzar hay que moverse, dejar atrás. Decir adiós, es hacer posible un hola. Por otra parte, la permanencia no es tanto, quedarse quieto, inmóvil, es desear conocerla, saber lo que encierra, y acompañados de esa sabiduría avanzar, ir hacía delante.
“Lo que no hice y debería haber hecho” “Lo que hice y no salió como esperaba y/o esperaban” “Lo que me gustaría hacer…” El ayer, el mañana… El hoy empleado para lamentarse es una pérdida de energía, es crear un conflicto interno que dificulta la oportunidad de conocerse mejor, de conocer más, de ser dueños de los propios actos.