Fallece el arquitecto dominico fr. Francisco Coello de Portugal
El pasado viernes 16 de agosto fallecía en Madrid, a los 87 años de edad, fr. Francisco Coello de Portugal O.P., uno de los arquitectos católicos españoles más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Su funeral tenía lugar el pasado domingo en la iglesia conventual de Santo Domingo el Real en Madrid, la que fue su casa desde al año 1968.
«Fr. Coello no ha sido un artista para sí mismo sino un predicador del arte de Dios, lo que constituye la sustancia del “artista cristiano”: hacer obras y crear espacios que nos lleven a descubrir la belleza de la fe y a responder a la llamada de Dios en Jesucristo» estas palabras pronunciadas en el funeral por fr. Javier Carballo, Prior Provincial de los dominicos de la Provincia de España, probablemente sean las que mejor describen la trayectoria de fr. Francisco Coello de Portugal.
Fr. Francisco nació en Jaén en 1926. Empezó sus estudios de arquitectura en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona y los terminó en la de Madrid en 1953. En 1954 comienza a trabajar para la Oficina de Regiones Devastadas, en Córdoba; estando allí siente la vocación religiosa e ingresa en los Dominicos. Como él mismo decía, su ingreso en la Orden de Predicadores fue su “segundo nacimiento”.
Cuando en 1954 entra en el noviciado de los Dominicos en Palencia, es muy consciente de que esta decisión de hacerse dominico le supone abandonar su carrera de arquitecto, recién concluida en 1953. Fue una casualidad, una circunstancia en la que los creyentes vemos el dedo de Dios, la que llevó al joven dominico, estudiante de Filosofía en las Caldas de Besaya y después de Teología en Salamanca (donde obtuvo la licenciatura) a consagrarse de lleno a su vocación primera. En 1955, un año después de su ingreso en la Orden, el Provincial Padre Aniceto Fernández, le pide que se haga cargo del proyecto de un seminario menor y convento para los Dominicos en la Virgen del Camino, en León, en el que trabajará hasta 1961. Esta obra lo consagró como arquitecto, y sigue siendo algo emblemático en el conjunto de sus múltiples realizaciones. Una obra que renovaba por completo el panorama de arquitectura religiosa del momento, y que suscitó una polémica nacional, singularmente la fachada del santuario.
Se fusionaban así «su vocación arquitectónica y la religiosa en el servicio a la predicación, con la misión de construir obras de arte que hablen de Dios y espacios dignos en los que resuene la Palabra que anuncia la presencia de Dios entre nosotros», como recordaba fr. Javier Carballo, Prior Provincial de la Provincia de España, en la homilía del funeral.
Tras esta primera obra será ordenado sacerdote en la capilla del convento de León que él mismo construyó. Inmediatamente después comienza a ejercer su profesión de arquitecto. En 1964 abre un estudio de arquitectura en el convento de Sto. Domingo el Real (Madrid).
El P. Coello a lo largo de su larga vida realizó unos 300 proyectos. Su obra realizada tanto en tierras peninsulares como insulares, Asia África y América comprende santuarios, monasterios, iglesias, centros sociales, colegios mayores, centros parroquiales, capillas, oratorios e incluso una catedral (Taipei- Taiwán); sus creaciones fueron siempre exigentes y cuidadosas, haciendo de la arquitectura una actividad trascendente que desea llevar su eficacia y belleza al corazón de los hombres.
En estos últimos años de su vida llegaron los reconocimientos. En 1994 recibió la Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes. En 2007 la Academia de Doctores le asignó la medalla nº 59, adscrita a la sección de Arquitectura y Bellas Artes, en la que entró con una lección sobre “las fachadas dominicanas de Castilla y León”, y los Colegios de Arquitectos del Noroeste de España le dieron en 2008 el Premio Arqano. En 2001 se publicaba un monográfico de su obra titulado Fray Coello de Portugal, dominico y arquitecto editada y publicada por la Fundación Antonio Camuñas y la Provincia de España de los frailes dominicos, que distribuye la Editorial San Esteban de Salamanca.
El P. Coello es considerado uno de los nombres más significativos de la arquitectura religiosa contemporánea en España, porque renovó la arquitectura religiosa tan profundamente significativa en todos los tiempos y en todas las culturas. Como afirmó fr. Javier Carballo en su homilía: «Se ha despedido como lo hacen los auténticos maestros de humanidad: ilusionado hasta la víspera, porque un hombre sin ilusiones es ya un hombre muerto».