Dom
1
May
2011

Homilía II Domingo de Pascua

Año litúrgico 2010 - 2011 - (Ciclo A)

¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto

Introducción

Como en todos los domingos del año este segundo de Pascua ilumina con la Resurrección del Señor nuestras celebraciones y nuestros propósitos. Es día de mucha fiesta, de acción de gracias, de reconocimiento de la obra del Señor; si se quiere con un poco más de fiesta por la cercanía, en el calendario, del gran prodigio de la Resurrección.

Ante un misterio tan insondable necesitamos acercarnos a él todas las veces que sea posible, ya que estamos llamados a participar, y… porque lo terrenal pesa demasiado. En los primeros siglos del cristianismo en un domingo como hoy los bautizados, en la noche de Pascua, asistían con sus vestiduras albas a la celebración solemne. El sacramento del Bautismo es la clave para sentirnos inmersos en todo lo que hoy vamos a celebrar.

Tal vez nos convenga para poder comenzar a vivir realidades echar una mirada retrospectiva a la cuaresma pasada para ver nuestros esfuerzos de conversión/purificación, es decir, nuestro “cambio de mentalidad” en el deseo de seguir a Jesús. Ciertamente que un mínimo cambio ya es pascual y si no hay otro inconveniente el Señor hará el resto, tal como lo veremos hoy en nuestra celebración, actualizando lo que sucedió con aquel pequeño grupo de los apóstoles. El Señor Resucitado se manifestó a la Magdalena y a Pedro y Juan desde el sepulcro vacío, igualmente a los discípulos de Emaús, y luego a los Discípulos. Situaciones muy particulares: la pecadora arrepentida, los discípulos que se regresan decepcionados y los apóstoles encerrados por miedo a los judíos. Ahora les saluda con la Paz y les enseña las manos y el costado. Aún en medio de sus miedos y temores van a vivir una experiencia trascendental para sus vidas y para el futuro de la Iglesia. Dios quiera que la podamos vivir nosotros y sea testimonio y servicio en el arduo quehacer de la Iglesia HOY.